EL CORRO

 

En la plazuela pueblerina, al caer esta cálida tarde estival, juegan al corro las niñas, estas niñas de largas trenzas morunas y caritas nazarenas. 

Es la hora en que regresan del campo los jornaleros, arreando sus borriquillos de hirsuta pelambre, parda. 

Las mocitas, recién peinadas, con moñas de dondiegos y jazmines en el pelo, se asoman a las puertas o riegan los tiestos de hierbabuena y de evónibus. 

En la terraza del Casino, los señoritos, casi todos labradores, comentan la cuantía de la recolección, mientras cruzan los mulos cargados con costales de cebada y avena. 

Pasan las bandas de aviones por el tejado de la iglesia y se alejan raudos bajo el cobrizo cielo crepuscular. 

Hasta mí llegan las voces de las niñas que cantan al corro romances de ayer, de antaño y de siempre: 

…Mi madre quiso casarme

con un mo…cito barbero;

pero yooo queeería ser

monjita de un monasteriooo…

En tanto, los mozalbetes, que ya barruntan el amor, rondan en torno del corro, fumando cigarrillos de paja de anís, que les produce un endiablado escozor en la lengua. 

De todas las niñas, la que más pretendientes tiene, es Rosarito, una jovencita forastera, de Loja, que también se encuentra aquí de temporada… Vive en casa de su tío José Luis, el hortelano adusto de la Plaza Nueva… 

…Todas las tardes, cuando el sol huye de la Plaza Nueva y abren en los arriates los jazmines y los dondiegos, y el cielo, como hoy, tiñe de rosa la cúpula del campanario, las chiquillas acuden para jugar al corro… 

Iznájar (Córdoba), 1925 

LA FORASTERILLA VERANEANTE (Miguel de Castro)

 

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Miguel de Castro Gutiérrez fue un periodista y escritor nacido en Iznájar (Córdoba) el 4 de mayo de 1889, y murió en Madrid el 26 de marzo de 1977.

A los dieciséis años publicó sus primeros versos y colaboró en “El Diario de Córdoba”.

A los dieciocho años ingresó en la carrera administrativa, siendo destinado a Guadalajara donde fue un asiduo colaborador de La Región: periódico bisemanal. Destinado a Madrid en 1911, comenzó su colaboración en los principales diarios y revistas de esta capital, siendo el número uno de la Asociación de la Prensa de Madrid. También fue un notable colaborador de Las Provincias: diario de Valencia.

Durante largos años, concurrió a certámenes literarios de poesía, donde le acompañó el éxito. Su labor de novelista es menos extensa, pero también notable.

OBRAS DESTACADAS:

Poesía:

Trovas del juglar (1910)

Cancionero de Galatea (1913)

La Alondra del barbecho (1915)

Los mejores poetas contemporáneos (1914)

Teatro:

Las mocedades del Cid: Tragicomedia en cuatro actos (1923)

Novela:

Morena y granadina (1920)

La niña del alcalde (1930)

PUBLICACIONES LOCALES:

Poesía selecta (1999).- Artes Gráficas El Castillo