EL PASO

 

 Abril, en un pueblo cordobés. Media tarde del Jueves Santo. Perfumes de alhelíes en el aire tibio. Palomas por el cielo azul. 

… Los tablados del Auto sacro se alzan sobre el oleaje humano como barquillas sobre el mar. Aquí, Simón y sus criados, en espera del Maestro y sus discípulos, tienen ya dispuesta la cena pascual. Allá, Herodes, en manto rojo y la corona ladeada, bosteza en su trono de mimbres. Acullá, los pontífices Caifás y Anás sudan tras sus caretas monstruosas, bajo las tiaras bicornes. 

Lejano y solitario, vallado por setos de olivos, el huerto de Getsemaní aguarda el cumplimiento de las profecías.

Va a comenzar el Paso. Ante la señal del alcalde, los guardias, sable en mano, recorren el público y gritan:

 ̶ ¡Sombreros abajo, caballeros!

Como un resorte, se descubren todos, se acomodan, encogen el cuerpo, estiran la cabeza. De repente, atruenan trompetas y tambores; el Centurión, entre “dos armados”, luce el casco, con su llorón de rizadas plumas y la armadura empavonada donde fulge el sol. 

… Todos señalan al tablado de Simón donde ha comenzado la Cena.

El Maestro, luego de bendecirla y orar, manda sentarse a los discípulos. Entonces todo el valle enmudece y todo el ámbito es silencio. Es que aguardan el gran instante. Jesús, como en el lienzo de Leonardo tiene la unción mesiánica y la gravedad profética:

 ̶ Aquel de vosotros ̶ exclama ̶ que me saludare con un ósculo, aquél me ha de entregar. 

Ya está en pie Judas, cuya careta tiene una grima entre bufónica y satánica.

 … Entonces llueven las indignaciones, las cóleras:

 ̶ ¡Si lo vas a entregar, ladrón!

 ̶ ¡Si lo vas a vender, por unos dineros…! 

… Nuevas rebalsas de gentío corren desde la casa de Simón hasta el atrio de los pontífices. Caifás y Anás llegan del Sanhedrín, hirvientes de odio contra Jesús. Un portero recorre el atrio a grandes zancadas. Un pariente, alargándole el cigarro puro, le pregunta:

 ̶ ¿No viene ese ladrón de Júas, Frasco José? Anda, júmate eso jasta que venga.

 Redoblan tambores y suenan trompetas legionarias, avisos de que Judas llega. El atrio se puebla de judíos, con altos morriones orlados de flores y cintas, y de sayones, cuyas caratulas horrendas dan alferecía a los muchachos. Iscariote pugna con el portero. Es urgente su audiencia con los pontífices. El portero entra y sale, va y viene, hasta que, al fin, le hace pasar.

Ante las tiaras bicornes, Judas, con amplias mímicas, les propone la entrega, mediante dinero. Su voz, tras la careta de bufón, tiene un cascabeleo metálico.

 ̶ Si vosotros a mí me lo pagáis ̶ y abre las manos pedigüeñas ̶ yo, a vosotros ̶ y junta las muñecas como esposadas ̶ os lo entrego preso.

… Entonces, Judas extiende por tres veces los dos brazos y despliega en el aire los diez dedos:

̶ Diez… Veinte… Treinta…

… Los espectadores, estremecidos, se repliegan en un silencio de pavor y horror. Cuando Judas, sonando el bolso, atraviesa las vivas calles humanas, es cual si atravesase un desierto. Cuando, avaro de sus dineros, los cuenta y recuenta, nadie le afea, nadie le recrimina….

… Judas irritado, sonríe. Y avanza hacia el huerto, hasta Jesús.

̶ ¿A quién buscáis? ̶ dice el Maestro, suavemente.

̶ A Jesús Nazareno ̶ gritan Judas y los soldados.

̶ Yo soy Jesús Nazareno.

… Como en El Prendimiento, de Van Dyck, Judas, sonriente, se acerca al Maestro, en tanto los sayones preparan cordeles y los soldados esgrimen picas.

̶ Salve, Maestro.

…Cuando Jesús, entre linternas y tambres, es conducido al atrio de Caifás, el Huerto queda oscuro y solitario. Este instante es el de emoción más honda, el de más fina calidad estética.

Anochece. Se alejan las trompetas y tambores. Tornan las golondrinas. Brilla un lucero. Las muchedumbres, congregadas en el ejido, contemplan el huerto lejano. Allá entre las sombras del crepúsculo, el siniestro perfil de Judas agita furioso, epiléptico, su bolso. Luego, con mímica macabra, extrae las monedas. En su inmensa avaricia, las cuenta, las recuenta, las examina una por una.

El pueblo no se mueve, no respira. Escruta en las penumbras de entre dos luces, hacia el huerto lejano y dramático:

Judas intenta recrearse en la contemplación del dinero,…. Entonces, aterrado, se juzga, irremediablemente ciego, por castigo providencial.

Camina y tropieza; avanza, palpando y cayendo. Se levanta aferrando el bolso. En sus ojos hay menos oscuridad que en su alma…

A tientas busca el árbol, atientas se desata el cinturón, a tientas se ahorca… Un grito, cien gritos, mil gritos… Todo un pueblo gritando a coro. Y Caifás ya sin tiara, remangada la túnica y la careta al brazo, como el baile de Carnaval, alarga el brazo y la careta hacia el huerto, hacia el árbol, hacia Judas:

̶ ¿De qué te sirven los dineros? ¡Ajorcao te veas…!

 

LAS MONEDAS DE JUDAS (Cristóbal de Castro)

 

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Cristóbal de Castro Gutiérrez (Iznájar, 22 de noviembre de 1874-Madrid, 31 de diciembre de 1953) fue un escritor, dramaturgo y crítico teatral español que desarrolló su actividad durante la primera mitad del siglo XX.

Tras sus primeros años de vida en su localidad natal, se trasladó a Granada, donde estudió en la Universidad la licenciatura de Medicina, que no finalizó. En 1894 se dirige a Madrid, donde completó posiblemente su formación de Derecho.

Desde su llegada a Madrid su actividad cultural es intensa, y se dedica tanto a la creación literaria (poesía, novela y teatro) como al periodismo (en especial a la crítica teatral) y a la adaptación y traducción al castellano de autores clásicos como Lope de Vega, Tirso de Molina o Luis Vélez de Guevara, pero también muchos extranjeros (Oscar Wilde, Molière,…)

En vida gozó del éxito, llegando incluso sus obras a editarse en diversos países de Iberoamérica. Fue académico de la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba y de la Academia de Hispanoamericana de Cádiz.

Fue redactor de La Época, La Correspondencia de España, Diario Universal, España Nueva, El Liberal y Heraldo de Madrid, y colaborador de El Globo y ABC. Entre 1939 y 1953 fue crítico literario del diario Madrid. Y dirigió Tiempo y Hoy.

Perteneció además a la promoción de la colección El Cuento Semanal (1901-1920).

Socialmente fue un defensor de los derechos de la mujer, algo raro en aquella época, asunto que se refleja en algunas de sus obras en donde critica la situación de desigualdad en la que se encontraba la mujer.

Su obra en prosa y poética se encuentra influenciada por la mayoría de corrientes de la época, como el modernismo, el romanticismo poético, el realismo hispánico, el costumbrismo andaluz, e incluso por la estética libertaria, el erotismo y la novela lírica.

OBRAS DESTACADAS:

Prosa:

Las niñas del registrador (1901)

Luna, Lunera (1908).

Cortesanas y cortijeras (1910 o 1912).

El mujeriego (1918).

Clavellina (1927).

Los hombres de hierro (1927).

Mujeres solas.

¡Cú-Cú!.

La gacela negra.

El hijo sórdido.

Poesía:

El amor que pasa (1903).

Cancionero galante París, Sociedad de Ediciones Literarias y Artísticas, 1909.

Las proféticas (Poesías originales), Madrid, Imprenta de Juan Pueyo, 1919.

Teatro:

Gerineldo. Poema de amor y caballería, en cuatro jornadas, compuesto, en parte, con pasajes del Romancero. (1909).

La real hembra.

La dama del antifaz. Comedia en cuatro actos, 1929, trad. de Charles Mere

Otros:

Fariseos de la República (1933).

Al servicio de los campesinos. Hombres sin tierra, tierra sin hombres. La nueva política agraria. Madrid: Javier Morata, 1931.

Las mujeres.

Las mujeres fatales.

Mujeres extraordinarias. Mujeres de la Historia. Mujeres Contemporáneas. 1929.

Rusia por dentro (1904).

Un bolchevique. Escenas de la Revolución Rusa (1925) y Madrid: C.I.A.P., 1931.

PUBLICACIONES LOCALES:

Luna lunera…, Fifita la muchacha en Flor, Mariquilla barre, barre.(1903).- Introducción, edición y notas de Manuel Galeote.- Ayuntamiento de Iznájar.

Poesía lírica (1995).- Introducción, edición y notas de Antonio Cruz Casado.- Ayuntamiento de Iznájar y Diputación de Córdoba.

La bonita y la fea, Clavellina (Novelas costumbristas andaluzas). (2007).- Coordinación y edición de Manuel Galeote y Antonio Cruz Casado.- Ayuntamiento de Iznájar y Diputación de Córdoba.

Obra Selecta. Tomo I, vol.1: Novelas cordobesas (2009). Edición, estudios y notas de Manuel Galeote. Ayuntamiento de Iznájar y Diputación de Córdoba.

Obra Selecta. Tomo II, vol.1: Textos feministas (2011). Edición, estudios y notas de Manuel Galeote. Ayuntamiento de Iznájar y Diputación de Córdoba.

Obra Selecta. Tomo I, vol.3: Novelas de Rusia (2017). Edición, estudios y notas de Manuel Galeote. Ayuntamiento de Iznájar y Diputación de Córdoba.

Gerineldo: Poema de amor y caballería (2014).- Edición y estudio Manual Galeote y Antonio Cruz Casado. Ayuntamiento de Iznájar.