La Aldea de El Arroyo del Cerezo, junto al arroyo que le da nombre, se encuentra situada al sur del municipio de Iznájar, y la conforman un pequeño grupo de casas diseminadas y cortijos, que representan un claro símbolo de la vivienda tradicional. 
 
El agua es una constante en los asentamientos de la población en Iznájar. Si el núcleo principal surge a la orilla del río Genil, en un elevado cerro de arenisca que le confiere una posición estratégica, muchas Aldeas nacen igualmente junto a otros cauces fluviales menores, afluentes de éste, como el río de La Hoz, o los arroyos Solerche, Priego, Saucedilla, Adelantado, Gata, Cerezo y otros.  
 
En el Arroyo del Cerezo, como en las demás Aldeas que se encuentran junto a los cauces de los arroyos, se puede apreciar un rico ecosistema en el que destaca a primera vista la flora, que se enriquece con una gran variedad de plantas como la pamplina, el llantén, la zaragatona, el lirio de tonalidades amarillas y blancas, las lentejas y azucenas de agua o los álamos y cañaverales. Precisamente la abundancia de cerezos en las márgenes del arroyo dio origen al nombre de la Aldea.
 
En el sendero de alto valor paisajístico y natural a lo largo del cauce del arroyo, han aparecido restos de cerámica y otros con   valor arqueológico de época íbera, romana y árabe, lo que indica sin duda la importancia para el asentamiento de la población del lugar, relacionada con la presencia de los manantiales de agua y el propio Arroyo del Cerezo.